miércoles, 19 de noviembre de 2014

Una calle seca

Salta de un tejado
bebe del río amargo
pasa del rumor al canto
del rubor al encanto
no verás ningún Game Over
cuando todo termine
si es para todos igual
que miren, que griten
si no es natural
pues que sea con azúcar
no les gusta bailar
serán invitados al baile
alguien corre por la calle
ellos caminan, te miran
¿ Quién disfruta y quién sabe?
¿Y quién vale, quién puede
detener la avalancha una vez en el muelle?
esta calle que llegará
camines o corres por igual
por qué tanto acto verbal
por la calle seca sin humedad
los niños no lloran
ríen artificiales los demás
¿y que más?
Bajaré las calles secas
tirando cubos a la carrera
de agua, cerveza
de verte llorar
mientras lloras sonríes
"esto no está tan mal"
si me toca vivirte
juro que lo haré
525600 minutes
¿lo puedes ver?
¿puedes medir
el hecho de vivir
en tazas de café,
en tus saltos de fé?
En veces que te ahogas
se corta la aorta
y de pronto ves
lo que dejas atrás.
ahí lo verás
ya sabes que eliges 
lo que dirás
"mamá,cinco minutos más"
y te reirás



AHORA

Buenas de nuevo, y gracias a ese que me ha hecho retormar a mi trabajo/adicción.

Hoy vengo a tratar directa y sencillamente un tema que nos acucia en todos los aspectos de nuestra vida: la crisis económica-social-política y, sobre todo, de ideales.

En mi opinión, es fácil de acertar diciendo que todos hacemos muchas de las cosas de las que nos quejamos. Aquí entra en juego algo llamado "falacia del ladrón": no porque yo haga algo malo pierdo el derecho a decirle a otros que eso está mal ya que está mal (un ejemplo muy visto es el de los fumadores que te dicen que no fumes). Vengo a decir que todos pecamos de hipocresía, porque no tenemos unos ideales verdaderos y fuertes, porque muchas de las cosas que creemos querer son inculcadas, y nos queremos librar de ellas (dígase normas sociales como vestir bien, ser educado, no hablar nunca con extraños,... Estas normas nos sumen en un mundo frío y de mentira en el que nunca somos totalmente nosotros). 

Como bien he dicho antes, no tenemos grandes ideales: nos quejamos cuando vemos por la tele lo que le sucede a una pobre mujer que enferma de ébola, pero no nos preocupan otros miles que también están a punto de morir por otras cosas en otros lugares. Yo no soy una excepción. Si verdaderamente defendiésemos algo y fuese algo que creyesemos necesario, no lo diríamos, lo haríamos.

Tenemos más miedo a ualquier cosa de la que queremos admitir: tenemos miedo a sufrir y lo evitaremos a cualquier precio. Algunos incluso llevan una vida miserable por ello. Este miedo que tenemos nos lleva también a no hacer lo que queremos hacer: debes ir a la universidad, debes tener un trabajo digno, debes ser buen amigo, no debes hacer nada malo,... Siempre hemos creído pensar por nosotros mismos más de lo que hacemos, pero somo más que "hijos de nuestra historia" pues la historia sigue creciendo y nosotros crecemos atados a ella.

Esto significa que ella también está atada a nosotros