martes, 19 de agosto de 2014

Un saludo en este día

-Buenas tardes, somos la policía nacional
-Buenas tardes, ¿qué desean?
-¿Es ud. el señor Soler Irigoyen?
-Sí, ¿por qué?
-Estamos al tanto de lo que hizo ud. hoy hace muchos años...
-¿ A qué se refiere?
-...y de lo mucho que odia que se lo recuerden...
-¿Qué es lo que quiere?
-... y por eso hemos contactado con ud. para...
-¡ Yo no he cometido...
-...¡Felicitarle en su cumpleaños!
Pero que sepas que no es solo hoy cuando me acuerdo de tí.

El sujeto se pregunta

Buenos días, ¿ es ud. feliz?
Supongo que responderá que sí si tiene una familia, una casa, un trabajo que le gusta, amigos en los que confiar, un día a día si conflictos, si puede permitirse un capricho de cuando en cuando.
Pero, dígame, ha parado ud. a preguntarse en algún momento de su vida
¿ Qué es la felicidad?
Y ya que está piense: ud. dice ser feliz, pero...
¿sabe ud. lo que es ser?
Probablemente, al responder a mi primera pregunta se ha sentido ud. cuestionado en sí mismo pues si no fuese feliz, sería desdichado, y eso es algo que nadie quiere ser, pues todo el mundo quiere ser feliz. Sin embargo...
¿ Es la eudemonía universal y aplicable a todo ser a lo largo del tiempo y el espacio?
Al poner en duda la eudemonía deberíamos preguntarnos,
¿ Cuál es el fin en la vida?
¿No está ud. dango algo por hecho?¿ Acaso es necesario que se tenga un fin?
¿Por qué todo debe tener un por qué y un para qué?
Y ya que hablamos del fin de la vida,
¿qué es la vida? ¿qué significa vivir?
Después de esta ráfaga de preguntas empezamos a darnos cuenta de lo poco certeras y seguras que son en realidad nuestras vidas, de lo pequeños que somos. Más aún ¿ Podemos acaso estar seguros de algo?¿Podemos estar seguros de que estamos seguros?
Vemos por los ojos, pero ¿es eso que vemos real?¿Qué es real?¿qué significa ser real?
Espero su respuesta
Que tenga un incógnito día.
Fdo. Txek

sábado, 9 de agosto de 2014

Okaeri and count down.

Este bolg ha estado inactivo durante el suficiente tiempo como para caer en el olvido del mismo olvido. Aun así, como se puede observar, lo que ahora mismo pretendo es revivirlo, abrir mi mente para que mi pecho se infle de la tinta necesaria, y así mi corazón grite al pulso de la vida misma. Y sin más dilación, aquí he el escrito a su disposición.

Miro las palmas de mis manos. Les doy vueltas y más vueltas para observar completamente mis manos y todo lo que suponen. Estoy vivo. Llevo estándolo casi una mayoría de edad, y muy pocas veces había sido tan consciente de ello. "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Algo que muchos han dicho a tantos otros, y que otros tantos han oído tantas veces. Podían decirlo seria o jovialmente, entre llantos o desafiantes. Yo hoy, lo digo sin ningún significado y con todo el que pueda dársele.

 La vida es bella, y es también el mayor milagro que pueda existir, aún no siendo sobrenatural. El mero "vivir" es una vorágine tanto como el silencioso ruido del susurrante arrollo. Es una supernova como un universo. Es tanto una manzana cayendo en la historia, como cualquier tarde de verano bajo la luz de una amistosa sonrisa.

La vida no es ningún juego, y es un juego difícil de ganar, en el que nunca se pierde ni se gana. Todos tenemos más dimensiones de las que pedimos en este mundo. Sin embargo, el mero hecho de poder movernos a nuestras anchas nos infunde desconfianza. No hay camino que marque nuestro camino. Y así, caminamos perdidos en la inmensidad. Muchos dan tantas vueltas que quedan aturdidos. Otros creen tener un solo camino, y al correr por el chocarán con un muro para no levantarse. Otros muchos simplemente pasearán por esas dimensiones y las disfrutarán, mientras que otros intentarán cambiarlas a su antojo.

Nos colocaron en medio de la nada, donde todo se puede hallar: desde las más coloridas praderas, hasta las metrópolis, pasando por desiertos y bahías.

La vida es viajar por todo esto, oler las rosas, cantar al son de las cuerdas del alma y llorar con las nubes para que el Sol explote en nuestro presente.

La vida es la mayor grandeza, y consigo acarrea la mayor responsabilidad: vivirla.