De repente un día eres un pequeño bebé y la luz te ciega como si hubieras salido a ver de cerca una estrella. De repente, otro día, te encuentras en una cama y cierras los ojos. Ya está. No hay más. Lo que sucedió entre aquellos dos días es un cuento que alguien llamado tú escribio. Vete desenfundando la estilográfica.
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