viernes, 17 de octubre de 2014

Novela efímera

La canción de estas tierras, esa que solo nuestros ojos ven, esa que no parece importar. Pero no hay nada más importante. A veces nos parece todo tan absurdo: lo que hacemos o hacen deja de tener sentido y no estamos dispuestos a mirarnos al espejo para comprobar si lo que un arroyo una vez cantó al viento es verdad.
Nosotros, que vivimos criticando la hipocresía humana, somos la hipocresía humana. Nunca hemos sabido llevar nuestra esencia con dignidad: lo que el de al lado hace está mal pero nosotros vemos muy claro que teníamos motivos para matar aquella brisa.
No sabemos que los mares siguen fluyendo por igual si el mundo es capitalista o comunista. Quizá, una estrella nos mire, y cuando nos vea, verá un montón de bípedos pensando que importan más que cualquier otra cosa.
Seamos los protagonistas de nuestra propia novela, y no queramos ser coprotagonistas de otra. Muchos diluvios han caído desde que naciste, humano. Sin embargo, ninguno te destrozó del todo, ni tampoco te retuerces por tu efímera existencia. Pero no sé que sería de tí si supieras todo lo que no sabes, si fueras consciente de el olor de las nubes, o las vistas más allá de tus ojos.
¡ Hay tantos colores que tiñen el otro lado de la luna!
Amigo, ¿ Por qué no los buscas?

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