martes, 21 de octubre de 2014

Oda a la almohada

Una eléctrica mañana de invierno
hay que ir a clase ¡ Ay qué jaleo!
Ya no me acuerdo si me acosté
ayer no fue un buen día ¿No lo ves?

Bajo las escaleras del portal
¡Anda un mensaje subliminal!
Ahora nos quieren engañar
hasta comprando el pan

No sé que esperabas de mí en este día
es lunes por la mañana, no sé si lo sabías
De verdad que no busco que me perdones
Pero vamos a ver, guapa, sin tocar los cojones

Mochila al hombro por el paseo
Delante a cien metros, allí te tengo
Me acsté tarde y ¡Ay, qué pereza!
Yo ahora no corro, así que te esperas

Estoy llegando a clase, pero es que llego tarde
Yo me caigo aquí mismo, echadme un cable
A ver si me electrocuto
y se me quita el susto

Llego a sentarme en mi pupitre
pero no se sienta nadie
yo estoy en medio de un sueño
¿Quién me mandó anoche no dormirme?

No sé que esperabas de mí en este día
Estaba en la cama y de verdad que no quería
venir de ese mundo de churros y chocolate
¡Ay, cama mía cuánto hay que pagar pa´amarte!

Se van las horar, vienen los profes
Ni voy ni vengo, estoy hecho de hielo
Yo no me muevo que el cansancio demole
Hoy fijo duermo más horas que anoche

La vida me puede que quiten este lastre
Yo lo único que quiero es volver ya mismo al catre

Que yo no sé cuando te podré amar
A mí sin almohada no me vais a pillar
Que no te extrañe que a mí
me encante sobar

Aclaración al lector: está oda a la libertad incondicional de los almohadorrománticos fue escrita un lunes por la mañana después de haber dormido la noche anterior tres horas más o menos. Espero encontrar a alguien que comparta mi punto de vista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario